{"id":171,"date":"2020-11-23T22:36:46","date_gmt":"2020-11-24T04:36:46","guid":{"rendered":"http:\/\/orlycortes.com\/?p=171"},"modified":"2023-04-04T11:21:49","modified_gmt":"2023-04-04T17:21:49","slug":"el-fin-de-la-metafora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/orlycortes.com\/el-fin-de-la-metafora\/","title":{"rendered":"El fin de la met\u00e1fora"},"content":{"rendered":"\n

Las fisuras en la realidad empezaron a finales de febrero. Los lugares conocidos y la rutina se craquelaron de un d\u00eda a otro y sus fragmentos flotan en el aire cual vapor que se difumina con cada parpadeo. El mundo termin\u00f3 y decid\u00ed escribir para que algo nazca de las heridas.<\/p>\n\n\n\n

Esta \u00faltima oraci\u00f3n invadi\u00f3 mi mente hace un par de semanas que tuve que ir al SAT. El mundo termin\u00f3, pero hay que seguir pagando impuestos. Regres\u00e9 a casa caminando: ech\u00e9 a andar sobre Reforma, una avenida que he recorrido en auto y con el propio pie centenares de veces. La calle era la misma, los edificios siguen de pie, tal como estaban a principios de este a\u00f1o, la gente contin\u00faa andando sobre sus banquetas, pero la fractura en la realidad se palpa entre rostros cubiertos de tela y pl\u00e1sticos, entre puestos ambulantes con playeras que dicen \u201cPinche Covid\u201d, en c\u00f3mo corremos con p\u00e1nico al otro lado de la banqueta si alguien se acerca demasiado.<\/p>\n\n\n\n

Di vuelta sobre Insurgentes y mientras rodeaba la glorieta, pens\u00e9 en todas esas veces en que el mundo hab\u00eda llegado a su fin. El mundo se acab\u00f3 hace unos a\u00f1os en Aleppo, y en L\u00edbano. Se acab\u00f3 en Acteal, Atenco, Ayotzinapa y Tlatelolco. En la guarder\u00eda ABC, Pasta de Conchos y Ciudad Universitaria. El mundo termin\u00f3 de manera fulminante cuando, hace siglos, los de all\u00e1 llegaron a masacrar a los de ac\u00e1; cuando los de all\u00e1 que nacieron ac\u00e1 prometieron con la independencia una mejor vida pero nunca cumplieron \u2013s\u00f3lo quedaron inmortalizados en la glorieta sobre la que yo caminaba; y cuando los de ac\u00e1 que todav\u00eda se sent\u00edan de all\u00e1 volvieron a asesinar prometiendo que la gente del color de la tierra de ac\u00e1 por fin recibir\u00eda lo que es suyo, lo que se les quit\u00f3 hace siglos. Siguieron sin cumplir. Acab\u00f3 cuando un se\u00f1or decidi\u00f3 que para rematar la venta de lo que quedaba de pa\u00eds necesitaba una guerra y quienes fuimos testigos, no hicimos m\u00e1s que mirar con terror, esperando no ser el siguiente da\u00f1o colateral.<\/p>\n\n\n\n

El fin del mundo ahora lo estamos viviendo a diario con un matiz distinto, aunque en M\u00e9xico lo hemos visto por d\u00e9cadas a trav\u00e9s de los noticieros filtrados. Hoy, se acaba para todas las familias que se quedan huecas, hu\u00e9rfanas, viudas, mancas de por vida.<\/p>\n\n\n\n

El mundo tambi\u00e9n se acaba desde adentro.<\/p>\n\n\n\n

A m\u00ed se me acab\u00f3 el mundo en febrero en una agon\u00eda lenta, aunque no era la primera vez que suced\u00eda: \u00e9sa fue de ni\u00f1a, cuando me di cuenta de que yo no cab\u00eda dentro del mundo porque para existir en este planeta, una persona deb\u00eda ser bella y yo, desde muy peque\u00f1a, supe que no lo era. Tengo algunos recuerdos de cuando estaba en preescolar y la mayor\u00eda son de m\u00ed misma tratando de comprender esa categor\u00eda abstracta y a la vez tan palpable que es la belleza. Aprend\u00ed que hab\u00eda personas que la pose\u00edan y otras que no. Recuerdo el dolor de asumir mi propia fealdad y pensar que alg\u00fan d\u00eda me lo podr\u00eda sacudir. Tres d\u00e9cadas despu\u00e9s \u2013con mucha m\u00e1s informaci\u00f3n y sabiendo que no debemos defender nuestro derecho a existir, que la belleza es subjetiva y curada por el ojo blanco y occidental\u2013 sigo sin sanar, sin poder reconciliarme conmigo misma. Creo que en la infancia el mundo se acaba continuamente.<\/p>\n\n\n\n

Mi mundo se cay\u00f3 despu\u00e9s varias veces, como cuando muri\u00f3 mi pap\u00e1, y generalmente, vino acompa\u00f1ado de episodios depresivos que no pude nombrar porque no sab\u00eda c\u00f3mo. S\u00f3lo hasta hace pocos a\u00f1os comprend\u00ed lo que me pasaba y comenc\u00e9 a luchar contra ello. Pero a veces el mundo se acaba y es dif\u00edcil dar la batalla.<\/p>\n\n\n\n

El mundo se me acab\u00f3 de nuevo en febrero, como si me quitaran el piso. Aprend\u00ed que una pandemia afecta al mundo, pero no deja de ser personal. M\u00e1s o menos en abril, mi depresi\u00f3n volvi\u00f3 a niveles en los que no estaba desde que, en el postparto, me parec\u00eda normal hacer cuentas para irme a morir a Suiza. Los pensamientos intrusivos y la irracionalidad se volvieron a apoderar de m\u00ed, aunque ahora ten\u00eda m\u00e1s herramientas para salir adelante.<\/p>\n\n\n\n

Justo cuando sal\u00eda a flote, algo me tumbaba de nuevo. Trat\u00e9 de alejarme de redes, pero una no puede evitar toparse con las personas que resumen el peor estado de las cosas. Me tumbaban de nuevo a base de datos interpretados desde una subjetividad aterradora y me costaba semanas volverme a levantar. Todav\u00eda hoy siento c\u00f3mo, si no hago un esfuerzo sobrehumano por mantener la calma, se acelera mi coraz\u00f3n y mis manos tiemblan, alertando que mi mundo va de nuevo en picada.<\/p>\n\n\n\n

No todas las personas hemos vivido la misma pandemia. Yo no he visto mi mundo colapsar porque alguien muera de covid y cuando lo digo, siento que estoy retando a la fortuna: otro pensamiento irracional que me hunde si no tengo cuidado. Con esto, no quiero decir que no me duelan las muertes ajenas. Esos mundos que terminan laceran y marcan la existencia de quienes sobrevivimos.<\/p>\n\n\n\n

Hace a\u00f1os, mi ansiedad alcanz\u00f3 niveles insospechados y comenc\u00e9 a tener agorafobia. Fue la \u00e9poca cuando en oleadas comenzamos a dimensionar al fin del mundo que Calder\u00f3n hab\u00eda aventado encima nuestro. Tom\u00f3 muchas sesiones de terapia y sigue requiriendo un trabajo constante poder salir de noche (cuando el mundo a\u00fan exist\u00eda all\u00e1 afuera), viajar en carretera, no sentir que muero cuando, en el tr\u00e1nsito, pasa una moto junto a mi ventanilla. Prefer\u00eda estar en casa donde me sent\u00eda segura. Ahora me pregunto qu\u00e9 pasa con mi ansiedad y mi agorafobia cuando hay datos pand\u00e9micos que la respaldan. Tambi\u00e9n estaba justificada hace unos a\u00f1os, pero me hice la promesa de no dejarme dominar por el miedo. \u00bfY ahora? \u00bfC\u00f3mo mantengo mi propia promesa?<\/p>\n\n\n\n

No todas las personas hemos vivido la misma pandemia y es algo que me ha costado trabajo aceptar. He tenido momentos en los que le reclamo a mi mam\u00e1 que salga al s\u00faper, o que pienso que mi hermana est\u00e1 siendo muy laxa con sus medidas de seguridad. Luego me recuerdo a m\u00ed misma que yo no estoy viviendo su pandemia. Yo no estoy, por ejemplo, sola en una casa todo el d\u00eda ni tengo una hija adolescente con la hormona al tope y la salud mental fr\u00e1gil. Entonces me pregunto \u00bfcu\u00e1ntas violencias hemos justificado en nombre del cari\u00f1o? \u00bfA cu\u00e1ntas personas queremos librar de agencia y meterlas a fuerza a vivir nuestra pandemia? Vimos atisbos de esto en la lejan\u00eda, cuando a\u00fan no se cerraba todo y la gente ped\u00eda a gritos al ej\u00e9rcito en la calle, sin importarles que otras personas murieran de hambre dentro de cuatro paredes. De hecho, llevamos todo este siglo justificando la violencia en M\u00e9xico desatada en \u201cnombre de la seguridad\u201d. Nos repetimos que es por amor al pa\u00eds: no lo es. Ahora le cambiamos el nombre al enemigo y podemos verlo en el l\u00e9xico b\u00e9lico que se usa para hablar del virus. De pronto, toda violencia queda justificada.<\/p>\n\n\n\n


Para que mi mundo no se acabe, me niego a aceptar esto. <\/p>\n\n\n\n

Dentro de nuestros peque\u00f1os fines del mundo he notado algunas constantes. La que m\u00e1s llama mi atenci\u00f3n es que tenemos la necesidad de escondernos. Me llegan fotos de una \u201cnueva normalidad\u201d en mensajes privados de personas que temen colgarlas en las redes. Yo misma las mando s\u00f3lo en mensajes personales. Tenemos miedo al escarnio. Entonces pienso que tal vez el mundo no se acab\u00f3: quiz\u00e1 estamos todas escondidas.<\/p>\n\n\n\n

Mi mundo se acab\u00f3 en febrero, en abril y en mayo. Despu\u00e9s, pude retomar un poco el control de mi mente, pero la amenaza de hundirme por completo sigue ah\u00ed y me pregunto cu\u00e1ndo se ir\u00e1. \u00bfCu\u00e1ndo se acaba el miedo? \u00bfCon la vacuna? \u00bfUna vez que todo mundo se haya enfermado, si es que hay inmunidad? \u00bfNunca? Son las mismas preguntas que me hac\u00eda hace unos a\u00f1os, cuando pensaba que no quer\u00eda volver a salir de mi casa. Me imaginaba que ir\u00eda tranquilamente de paseo por las carreteras del pa\u00eds cuando Calder\u00f3n no fuera presidente. No tuve muchas esperanzas con Pe\u00f1a y ahora, tampoco lo veo claro: sigo esperando por esa tranquilidad que nunca llegar\u00e1. S\u00e9 que como una mujer de 35 a\u00f1os en M\u00e9xico, el miedo a la violencia y no al virus es lo que me deber\u00eda mantener en casa, pero me promet\u00ed que ellos no ganar\u00edan. \u00bfC\u00f3mo cumplo mis promesas?<\/p>\n\n\n\n

\u00bfC\u00f3mo cumplimos nuestras promesas las feministas que maternamos en pandemia? \u00bfC\u00f3mo justificamos nuestra renuncia a la vida laboral para dar predilecci\u00f3n a la crianza porque no hay escuelas? \u00bfC\u00f3mo retomamos el espacio p\u00fablico si ya no s\u00f3lo est\u00e1 tomado por la violencia patriarcal sino que ahora se suma la amenaza de un virus? \u00bfC\u00f3mo conciliamos con todo lo que hemos tenido que ceder en esta pandemia?<\/p>\n\n\n\n

El mundo se est\u00e1 acabando y las series del espacio nuevamente inundan la televisi\u00f3n. Ad\u00e1n y yo hemos visto varias durante la duraci\u00f3n de la pandemia. En la ficci\u00f3n, el fin del mundo tiene una soluci\u00f3n: otro planeta. La Tierra es s\u00f3lo otro art\u00edculo desechable, como nuestro tel\u00e9fono, nuestros platos y nuestra ropa. Al principio de la pandemia, compart\u00ed por facebook un meme que dec\u00eda algo como \u201cOjal\u00e1 el calentamiento global contratara a la misma agencia de relaciones p\u00fablicas que el covid\u201d. Lo sigo pensando. La crisis ecol\u00f3gica ya ha cobrado vidas, ya hay una cantidad enorme de personas desplazadas. Hay un n\u00famero de a\u00f1os contado para la vida tal como la conocemos en la Tierra. S\u00f3lo hay un gran problema: las personas que ser\u00e1n m\u00e1s afectadas a\u00fan no tienen una voz o, al menos, una que nos interese realmente escuchar. Me pregunto si las generaciones m\u00e1s adultas conf\u00edan ciegamente en la ficci\u00f3n y piensan que encontraremos otro planeta o simplemente no les importa. Quiz\u00e1 sean ambas. Me pregunto si entienden que el miedo que tienen al virus es el que Eli\u00e1n, a sus tres a\u00f1os, va a sufrir en cuanto comprenda lo que est\u00e1 pasando en su planeta.<\/p>\n\n\n\n

Mi mundo se ha terminado muchas veces, pero hoy me concentro en que no sea as\u00ed para El\u00edan. Diario intento romper ciclos del pasado y mantener su realidad sin fracturas el mayor tiempo que sea posible. Tambi\u00e9n creo que para \u00e9l, el fin del mundo dejar\u00e1 de ser una met\u00e1fora y se convertir\u00e1 en algo palpable. Lo sentir\u00e1 con la sed, con el calor, quiz\u00e1 mientras huye de lo que sea su hogar para encontrar una zona m\u00e1s habitable. Su fin del mundo quemar\u00e1 m\u00e1s que el nuestro. <\/p>\n\n\n\n

Las fisuras en la realidad nos est\u00e1n tragando y llevamos d\u00e9cadas tratando de ignorarlas. Aqu\u00ed, all\u00e1, acull\u00e1. Cada quien vive su propia pandemia y sus propios fines del mundo. En este texto intento resumir algunos de los m\u00edos, aunque sean una colecci\u00f3n de pensamientos desordenados, fracturados por punzadas de dolor que van y vienen. <\/p>\n\n\n\n

El fin del mundo flota encima de m\u00ed todo el tiempo y a veces las palabras ayudan a mantenerlo lejano, con suerte, casi imperceptible.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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